Los Maestros llegan en respuesta a la plegaria del hombre, Thamaso maa jyothir gamaya (¡Guíanos de la oscuridad hacia la Luz!). Sri Sathya Sai Baba 24 de Diciembre de 1972.-
Las existencias de las grandes personalidades son vividas con el fin de establecer el bienestar de la humanidad, la prosperidad y paz del mundo y la liberación individual de la esclavitud por los deseos y pasiones sensuales. Esto se comprueba en los extraños fenómenos que ocurren al momento de su advenimiento. Se cree que cuando Cristo nació, hubo tales manifestaciones. El rey había ordenado un censo y cada uno tenía que registrarse en su propio pueblo. María y su esposo iban por el camino que llevaba a su pueblo natal. María estaba encinta y los dolores empezaron a mitad del camino y como no conocían a nadie en la aldea por donde pasaban, se refugiaron en un establo. José la acomodó en el espacio que había entre dos vacas y salió a medianoche en busca de alguna mujer que pudiera ayudarlo. Pero de pronto, oyó el grito del niño.
Y, la historia dice, había una estrella en el cielo que cayó con una nueva luz, y esto guio a algunos tibetanos y a otros al lugar donde nació el Salvador. Esta historia es leída y tomada como cierta por muchos: aunque las estrellas no caen ni siquiera se deslizan tan súbitamente. Lo que la historia significa es esto. Había una enorme aura de esplendor que iluminaba el cielo por encima de la aldea donde nació Cristo. Eso significa que había nacido aquel que iba a vencerla oscuridad del mal y la ignorancia, el que iba a difundir la Luz del Amor en el corazón del hombre y en los dirigentes de la humanidad. La aparición del resplandor y de otros signos para anunciar la era que se ha iniciado son naturales cuando se presentan las encarnaciones en la Tierra. Jesús habría de hacer añicos la oscuridad que había envuelto al mundo y el aura de luz era una señal que anunciaba el acontecimiento. Los Maestros llegan en respuesta a la plegaria del hombre, Thamaso maa jyothir gamaya (¡Guíanos de la oscuridad hacia la Luz!).
Si cada uno cumple con su deber con un espíritu de dedicación, la Luz puede iluminar todo, pero si las puertas del corazón se oponen a la Luz, ¿cómo podrá desaparecer la oscuridad? No pueden sentarse y esperar que la encarnación derrame paz y alegría sobre ustedes. La Encarnación viene para advertir, guiar y despertar, para establecer el camino e iluminarlo de amor. Pero el hombre debe escuchar, aprender y obedecer con fe y esperanza.- Sri Sathya Sai Baba 24 de Diciembre de 1972.-
A Sus Divinos Pies de Loto
Área de Devoción, Consejo Central OSSSBA