“Por haber nacido de Kausalya, Rama cumplió con Su papel divino.
Por haber sido criados con el noble ejemplo de feminidad que era Sita,
los mellizos Lava y Kusa alcanzaron la gloria.
El amoroso cuidado de Jijibai hizo a Shivaji un heroico guerrero.
Nutrido con el amor de Putlibai, Gandhi se convirtió en un Mahatma.
La primera letra del alfabeto espiritual es “Amma” (Madre).
¿Hay algo más grande en el mundo que el Espíritu que protege a todos los seres vivientes en todo momento?
¡Encarnaciones del Atma Divina! No hay nada más dulce que el amor maternal.”
Mensajes de Sathya Sai, Tomo 25 cap. 38
“Los antiguos sabios consideraban a la vida humana como algo dulce. El deber primordial del hombre es preservar la dulzura sagrada de esta vida.
Esto puede lograrse solo a través del sacrificio y no del egoísmo. Perder la naturaleza dulce de la vida es perder la condición humana.
El amor maternal es Divino La dulzura Divina en la vida humana deriva de Matru bhavamu (el amor maternal). Con el fin de proteger y criar a sus hijos, la madre está preparada para hacer cualquier sacrificio. Es este espíritu de sacrificio lo que hace a la maternidad infinitamente preciosa. Los Upanishads han declarado que no hay otra forma de alcanzar la inmortalidad que Tyaga (el sacrificio).
No hay sentimiento más Divino o puro que el amor maternal.”
Mensajes de Sathya Sai, Tomo 25 cap. 38.-
“En una aldea, cerca de la ciudad de Calcuta, vivía una noble alma, llamado Ishwarchandra Vidyasagar, con su madre. Eran muy pobres. Su madre solía hacer trabajitos para ganar un mísero ingreso. No tenían siquiera el alimento apropiado para comer. Ella preparaba un roti (especie de pan), le daba la mitad a su hijo y ella comía la otra mitad. A veces, ella se quedaba sin comida para darle a su hijo lo poco que ella preparaba. Vidyasagar solía estudiar bajo las luces de las calles de noche ya que no podían darse el lujo de tener siquiera una lámpara en su casa. Él trabajaba duro, día y noche, y pasó sus exámenes. Un día, su madre iba a una feria. Vidyasagar se apenó de verla llevar un viejo sari. Él le dijo, “Madre, hoy siendo día de festival, todos llevan ropas nuevas. ¿Por qué tú no te pones un sari nuevo también?” Él fue al bazar y compró un sari blanco y le pidió a su madre que se lo pusiera, pero ella le dijo, “¡Hijo! Yo tengo tres deseos. Yo llevaré este sari nuevo solamente después de cumplirlos.”
Eventualmente, Vidyasagar obtuvo una promoción en su trabajo y le aumentaron su salario también. Un día, él se acercó a su madre y le pidió que ella expresara sus deseos. Ella dijo, “¡Hijo!, los niños de nuestra aldea van a la ciudad vecina para asistir a la escuela. Me da pena ver a esos niños caminar tan largas distancias llevando una pesada carga de libros. Así, por favor construye una pequeña escuela en nuestra aldea.” En consecuencia, Vidyasagar estableció una escuela en la aldea. Él le preguntó, “¡Madre!, ¿estás feliz ahora?”. Ella dijo, “Hijo, tengo dos deseos más. Siento pena de ver a las mujeres de nuestra aldea caminar largas distancias para recoger agua. Me haría feliz si tú pudieras cavar un pozo en nuestra aldea.” Vidyasagar inmediatamente hizo cavar un pozo y cumplió el deseo de su madre. Después de un tiempo, ella le dijo, “Hijo, le has dado agua a la aldea y también estableciste una escuela para los niños. Pero es la falta de facilidades médicas en nuestra aldea lo que me perturba. Por favor, construye un pequeño hospital aquí.” Según su deseo, él construyó un pequeño hospital. Ella estuvo altamente satisfecha. Fue solamente entonces que ella se puso el nuevo sari blanco comprado por su hijo.
Vidyasagar cumplió los tres deseos de su madre. Sathya Sai también cumplió los deseos de Su madre (fuerte aplauso). Un día, encontré a la Madre Ishvaramma (*1) bastante pensativa y le pregunté la razón. Ella dijo, “Swami, me da pena ver a los muchachos pequeños de nuestra aldea caminar hasta Bukkapatnam para asistir a la escuela. Por favor, construye una pequeña escuela en nuestra aldea.” Cumpliendo su deseo, yo establecí una pequeña escuela en Puttaparthi.
Después de algún tiempo, ella dijo, “Swami, la gente de nuestra aldea son muy pobres. No pueden pagar los gastos médicos a los doctores en Bukkapatnam, hasta donde tienen que ir por cualquier pequeña dolencia. Por lo tanto, construye un pequeño hospital en nuestra aldea.” En consecuencia, Yo hice construir un pequeño hospital.
Su tercer deseo era proveer agua potable a la aldea. Ella señaló que las mujeres tenían que pasar muchas penalidades para obtener agua del río Chitravati que se había casi secado. Para cumplir con su deseo, Yo proveí agua potable no solamente a Puttaparthi sino también a las aldeas alrededor. La pequeña escuela que establecí es ahora una gran universidad. El pequeño hospital que construí se volvió un hospital de súper especialidades.
La Madre Ishvaramma derramó lágrimas de alegría cuando ella vio que sus deseos habían sido cumplidos de manera grandiosa. Ella vivió una vida de felicidad y contento y expiró su último suspiro apaciblemente. Es el deber primordial de los hijos cumplir con los deseos de su madre y hacerla feliz.
Sirvan a los otros en la medida de lo posible. No necesitan adoptar cualquier actividad de servicio más allá de sus medios y capacidad. Si encuentran vecinos que sufren, denles solaz. Ayúdenlos en lo que puedan y háganlos felices. Esto es lo que espero que aprendan hoy. En la ocasión del Día de Ishvaramma, Yo los exhorto a que practiquen estos tres principios de servicio, experimenten bienaventuranza y la compartan con todos.
Sathya Sai Baba – Discurso Divino del 6 de Mayo de 2006.-
*1: Madre Ishvaramma: Swami se refiere a Easwarama, en ocasiones nombrándola como la madre de Ishvara. (Se traduce por el Creador.Su significado literal por «conciencia». Pero se refiere a la conciencia directa, la verdadera sustancia del ser humano (atman) y del Absoluto (Brahman).