MEDITACIÓN: Palabras de Sathya Sai Baba sobre la Meditación»»
“japasahithadhyana o japa acompañado de dhyana”
“No necesitan siquiera leer el Gita o los Upanishads, ustedes oirán un Gita especialmente hecho para ustedes si acuden al Señor en sus propios corazones.”
“No necesitan siquiera leer el Gita o los Upanishads, ustedes oirán un Gita especialmente hecho para ustedes si acuden al Señor en sus propios corazones. Él está allí, instalado como su propio conductor. Pregúntenle y Él responderá. Mantengan la forma del Señor ante ustedes cuando se sienten tranquilos en un lugar para meditar y tengan su nombre, o sea, cualquier nombre, en mente cuando hagan japa. Si hacen japa sin tener esta imagen o forma delante de ustedes, ¿quién va a dar la respuesta? No pueden estar todo el tiempo hablando consigo mismos. La forma o Rupa oirá y responderá.
Toda agitación debe cesar un día, ¿no es así?
El dhyana o meditación sobre la forma y el japa del nombre son los únicos medios para esta tarea.
El secreto es que deben ser, pero no ser como en el sueño, cuando en lo más profundo de sí mismos están conscientes de que son. Mas el sueño está envuelto en maya o ilusión. Despierten de esa maya, pero sumérjanse en este sueño, que es el verdadero samadhi. Japa y dhyana son los medios por los cuales pueden lograr hasta la concretización de la gracia divina en la forma y con el nombre que deseen. El Señor tiene que asumir la que escojan y el que prefieran; de hecho, ustedes le dan forma. Por lo tanto, no cambien de forma ni de nombre; guarden los que más les agraden, no importa cuál sea la demora o la dificultad.
No se desalienten porque al comienzo no puedan concentrarse por mucho rato. Cuando aprenden a manejar una bicicleta, no adquieren en seguida la destreza de mantener el equilibrio. Empujan la bicicleta por un sitio descubierto y saltan, la mueven de un lado y luego del otro y hasta puede caerles encima la bicicleta durante muchos ensayos antes de que puedan montarla con destreza sin tener que preocuparse más por su equilibrio. Automáticamente, ya pueden hacer los ajustes necesarios para guardar el equilibrio, ¿no es así? Después de adquirir esta pericia, pueden andar por las calles y veredas estrechas y no necesitan un campo abierto; pueden manejar su vehículo por los sitios más poblados. Así, la práctica les proporcionará una concentración que los sostendrá en los ambientes más densos y en las situaciones más difíciles.
No piensen que yo me enojaré con ustedes si no me aceptan como su forma de meditación (Dhyanarupa). Esto no me preocupa en absoluto; tienen plena libertad de elegir el nombre y la forma que les den el aliento necesario. Cuando se medita, a menudo la mente se va detrás de otra cosa, toma otro camino. Tienen entonces que tapar ese hueco con el nombre y la forma y lograr que no se interrumpa el parejo fluir de sus pensamientos hacia el Señor; si vuelve a suceder, usen el nombre y la forma de nuevo, rápidamente. No le permitan a la mente que vaya más allá de dos lugares, de este lado del nombre y de aquel de la forma. Así no se desviará hacia un tercer lugar.
Primero, cuando se sienten a meditar, reciten algunos slokas o versos sobre la gloria de Dios, para que los pensamientos que andan sueltos se reúnan. Luego, paso a paso, mientras hacen japa, visualicen ante el ojo de la mente la forma que ese nombre representa. Cuando su mente se aleja de la recitación del nombre, llévenla a la imagen de la forma. Cuando se aleja de la imagen, condúzcanla al nombre. Dejen que more en esta o aquella dulzura. Tratada de esta manera es fácil domarla. La figura imaginada y dibujada se transmutará en el Bhavachitram o la imagen. Emocional, cara al corazón y fija en la memoria; gradualmente se transformará en el Sakshathkarachitra cuando el Señor asuma aquella forma a fin de cumplir con su deseo. Este sadhana o práctica se llama japasahithadhyana o japa acompañado de dhyana y les aconsejo a todos que la emprendan, pues es la mejor para los principiantes. A los pocos días se acostumbrarán y probarán la alegría de la concentración. Después de diez o quince minutos en las etapas iniciales y más tarde después de algún tiempo de este dhyana, hagan algo de manana o sea recuerden, revivan la paz y felicidad que tuvieron durante la meditación; o sea, traigan de nuevo a sus mentes la alegría que experimentaron. Esto les ayudará en su fe y en su devoción. Luego, no se levanten de repente y comiencen a andar por todos lados, reanudando sus ocupaciones. Desperecen los miembros lentamente, deliberadamente y gradualmente, y luego, vuelvan a sus deberes usuales. Prueben los frutos de la meditación y aprendan a saborearlos; esto es lo que quiero decir con este proceso de manana.”
Bhagavan Sri Sathya Sai Baba (Ext. del Divino Discurso 23 de Febrero de 1958)
COMPARTIMOS:
Divino Discurso del 29 de junio de 1989: El autocontrol y la autorrealización
Divino Discurso del 11 de marzo 1984: Los estudiantes y la práctica espiritual, Mensajes Sathya Sai, Tomo 17 cap 6
Divino Discurso: La práctica de la Meditación («Lluvias de verano», año 1979, Tomo 6 cap. 20)
Divino Discurso: «Meditación» del 21/11/79. (Mensajes Sathya Sai ,tomo 10, cap.47)
Divino Discurso: «Acerca de la Meditación». («Lluvias de Verano», año 1972, tomo 1, cap. 9)
Divino Discurso: «El Yoga de la Meditación». («Lluvias de Verano», año 1979, tomo 6, cap. 15)
Divino Discurso: «Los cuatro estados de Consciencia». («Lluvias de Verano», año 1979, tomo 6, cap. 18)