“Yada yada hi dharmasya glanir bhavati, Bharata, abhyutanam adharmasya tadatmanam srjamyaham”,
“Paritranaya Sadhunam, vinassayacha dushkritam, Dharma samsthapanartaya sambhavami yuge yuge”;
O sea: “Siempre que el Dharma declina, yo reencarno para restaurarlo y eliminar las fuerzas que causan la declinación. Renazco una y Otra vez en cada crisis para proteger al bueno, castigar al malvado y restaurar la justicia o Dharma”.
Sathya Sai Baba – Discurso Divino del 23 de Noviembre de 1964
“¡Encarnaciones del Atma Divino! Están celebrando este día como el Cumpleaños de Swami y obtienen Ananda (divina bienaventuranza) aquí, a través de varios programas llevados a cabo con entusiasmo por ustedes; pero, de hecho, no tengo deseo de considerar a este día como un día especial porque es el cumpleaños, y de celebrarlo como tal. He venido con el propósito de revelarle al hombre el misterio de su Realidad y la meta de su vida; no he venido para imponerles la tarea de celebrar el cumpleaños o para que se organicen festivales pomposos y personales. No tengo tal deseo, en ningún momento, en esta o en ninguna otra estadía.
¿Qué día celebro Mi cumpleaños? ¡Ese día en el que todos ustedes experimenten genuino Ananda en vuestros corazones!”
Sathya Sai Baba Discurso Divino del 23 de Noviembre de 1974.-
“Los corazones de todos los devotos aquí reunidos se están abriendo como lotos a la salida del sol, porque creen que este es el día en que el Señor nació en forma humana. Puedo decirles que cada día en Puttaparthi es un Día Auspicioso del Nacimiento (janmotsavam), un Día Auspícioso de Brahma (Brahmotsavam) y un Día Auspicioso de Bienaventuranza (Anandotsavam), al igual que dondequiera que haya devotos. Lo sin forma (nirakara) asume una forma (narakara) cuando la virtud de los buenos y el vicio de los malos crecen hasta cierto nivel. Tanto la devoción de Prahlada como la negligencia de su padre tuvieron que madurar antes de que pudiera tener lugar el advenimiento del Avatar Narasimha. Para conocer la verdad del Avatar, el aspirante debe cultivar su mente como el campesino cultiva su campo. Éste tiene que limpiar el campo de malas hierbas, trepadoras salvajes y raíces. Tiene que arar la tierra, regarla y plantar las semillas a la profundidad adecuada. Debe cuidar los brotes y las plantas tiernas de las plagas, así como de los daños que causan las cabras y las vacas, poniendo una cerca a su alrededor. Del mismo modo el egoísmo, el orgullo y la codicia tienen que ser extraídos del corazón; la verdad (sathya), la repetición del nombre (japa) y la meditación (dhyana) constituyen el arado y la preparación de la tierra; el amor (prema) es el agua que tiene que humedecer el campo y hacerlo suave y fértil; el nombre (nama) es la semilla y la devoción es el brote; el deseo y el odio son el ganado, la disciplina es la cerca, la bienaventuranza es la cosecha.
Naturalmente, tendrán fe en Dios sólo cuando hayan descubierto por si mismos que el universo tiene un creador, un protector, un hacedor tanto para la evolución como para la involución o un poder o fuerza que ejerce todas estas funciones. Para captar esta idea, el corazón ha de ser puro, la mente concentrada y la razón clara. En todo ello, la acción (karma) es muy importante.-
Actualmente, en casi todas partes del mundo, el hombre está yendo por muchos atajos y caminos equivocados para lograr esa felicidad. Pero déjenme decirles que si no reforman su conducta, su comportamiento diario, los pequeños actos de la vida diaria, la bienaventuranza quedará fuera de su alcance. Yo considero que la práctica (pravartana) es esencial. Un hombre o una institución deben ser juzgados por su integridad, por sus actos que estén de acuerdo con los principios que profesan. La mente, el cuerpo, la palabra, los tres deben trabajar al unísono. Por medio de esta acción disciplinada, los sentidos serán sublimados y se logrará la paz suprema Prakantí y de ella emergerá la luz suprema (Paramjyoti), o el supremo esplendor de la iluminación. Esta iluminación revelará el Atma Universal, El Alma Suprema, lo Universal o Paramatma.”
Sathya Sai Baba – Discurso Divino del 23 de Noviembre de 1964.-
“Todas las religiones enseñan una disciplina básica: eliminar de la mente la mácula del egoísmo, de ese correr detrás de las alegrías pequeñas. Cada religión enseña al hombre a llenar su ser de la gloria de Dios y a eliminar la mezquindad del engreimiento. Lo adiestra en métodos de desapego y de discernimiento, para que él pueda apuntar alto y lograr la liberación. Crean que todos los corazones están movidos por el uno y único Dios; que todos los credos glorifican al uno y único Dios, que todos los nombres en todos los idiomas y todas las formas que el hombre pueda concebir denotan al uno y único Dios y que su adoración se hace mejor por medio del amor. Cultiven esta actitud de unidad entre hombres de todas las creencias, todos los países y todos los continentes. Ése es el mensaje de amor que yo traigo. Ése es el mensaje que deseo guarden en su corazón.
Sathya Sai Baba Discurso Divino del 4 de Julio de 1968.-
CANTOS DEVOCIONALES
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“Hari Bhajana Bina Sukha Shanti Nahin”