“Todos los hombres son Él; Él afeita como el barbero, hace vasijas como el alfarero, almidona y plancha como el dhobi (lavandero).
Él motiva, Él inspira, Él proyecta, Él calma.
Ustedes toman una hoja de papel en la cual Mi forma está impresa como si fuera Yo mismo; la veneran, caen al suelo ante ella en veneración; ¿por qué entonces no pueden venerar a todos los seres humanos, creyendo que Yo estoy en cada uno de ellos, en una forma aún más clara?
Gayatri es una oración para el desarrollo de su intelecto, para que puedan alcanzar esta visión.”
“Hoy, como ayer, los pandits les hablaron del Sanathana Dharma o Justicia Eterna y de su grandeza. Yo también les hablaré sólo de esto, pues no hay nada más importante que el Dharma para la felicidad material y espiritual. El Gurú les señala la meta, les revela la verdadera naturaleza del Atma. A un hombre que lucha en un pantano no lo puede salvar otro que también esté atrapado en el fango. Sólo uno que permanezca en terreno firme puede sacarlo. Así pues, el Gurú debe tener los pies bien seguros por encima y más allá del fango del mar de nacimientos y muertes (samsara).
El padre debe animar al hijo por el ejemplo más que por el precepto. Prahlada le dijo a su padre que solamente el padre que dirige a su progenie hacia Dios merece obediencia y respeto. Todos los demás son, en lo que concierne a los hijos, ogros humanos como Hiranyakasipu. Hay algunos padres que se sienten mal porque sus hijos vienen a Puttaparti y temen que comiencen a hacer prácticas de adoración (puja) o repetición (japa) o recordación del nombre (namasmarana) y renuncien al hábito de fumar, de tomar o de jugar que han aprendido de sus padres. Tales padres no conocen el valor del satsanga, de las buenas compañías, para la paz y la felicidad. Ellos no dotan a sus hijos ni a sí mismos con la armadura contra los golpes del destino o de la fortuna.
El mantra Gayatri desarrolla el poder de discriminación (dhi shakti) y así su consecuencia será el renunciamiento a las malas compañías y la búsqueda de almas afines. Si no disponen de buenas compañías, pueden rodearse de sus propios impulsos elevados y nobles pensamientos. Sumérjanse profundamente en su propia divinidad. El cocodrilo está feliz e indemne y es invencible en las profundidades del lago o del río. En cuanto se tiende sobre la tierra, se convierte en un juguete del hombre, un blanco fácil para la muerte. Las profundidades son su refugio, la fuente de su fuerza. No se desvíen hacia las partes poco profundas o hacia las arenas.
Saben que el pájaro Garuda se alimentaba de serpientes. Ahora bien, una vez, Garuda fue al monte Kailasa a presentar sus respetos a Shiva, quien lleva serpientes en su cabeza, brazos, muñecas, cuello, cintura y tobillos. Cuando las serpientes vieron a Garuda no tuvieron temor; incluso se atrevieron a sacar sus bífidas lenguas ante él y retarlo a que se acercara a ellas. Éste es el alcance del valor que les daba el lugar en el cual se habían establecido. Así pues, establézcanse ustedes mismos en el Atma; entonces ningún problema, dolor u orgullo, podrá hacerles daño.
Muchos pandits afirman que son exponentes de los Vedas y los Sastras, pero no es lo que enseñan lo que dice qué son, sino la forma en que viven. Muchos cantan la gloria del Señor, pero pocos viven en Su constante presencia y en la perenne conciencia de Su Gloria que llena el universo.
Hay ciertas horas especiales en las que tienen que realzar sandhya o adoración y repetir el Gayatri. Ésta es una disciplina muy buena. Justo antes de que el Sol se levante, debe hacerse el ritual de la mañana. Jonalagada Sathyanarayana Murti describió muy poéticamente la calma, el color, el silencio elocuente de estas horas, los pájaros y las flores que se despiertan, la tierra que se alegra con el toque del rocío. Éste es el momento cuando ustedes también deben aclamar al Sol naciente con el Gayatri. Ayer, un orador describió al Gayatri como igual a Ramanama o el nombre de Rama, hoy otro Shastri dijo que era el perfeccionamiento del nombre de Krishna o Krishnanama y del Bhagavata; Yo les pido que fijen su mente en cualquier nombre que traiga a su conciencia la Gloria y la Gracia del Señor. Asimismo, entrenen sus manos a hacer actos que sirvan al Señor que brilla en cada ser. Todos los hombres son Él; Él afeita como el barbero, hace vasijas como el alfarero, almidona y plancha como el dhobi (lavandero). Él motiva, Él inspira, Él proyecta, Él calma.
Ustedes toman una hoja de papel en la cual Mi forma está impresa como si fuera Yo mismo; la veneran, caen al suelo ante ella en veneración; ¿por qué entonces no pueden venerar a todos los seres humanos, creyendo que Yo estoy en cada uno de ellos, en una forma aún más clara?
Gayatri es una oración para el desarrollo de su intelecto, para que puedan alcanzar esta visión. Así pues, permítanme aconsejarles esto a los mayores que están aquí. Han traído sus hijos, nietos o pupilos ante mi presencia para la imposición del cordón sagrado (Upanayanam) y para la enseñanza del Gayatri (Gayatri-upadesham). Están felices con su suerte; pero ellos repetirán el mantra sólo si ustedes también lo repiten sinceramente. Y es bueno para ustedes también. Por lo tanto, arrepiéntanse de haber dejado de tomar esta medicina inapreciable. Empiecen hoy la práctica de sandhya. Apréndanla de sus hijos o nietos poniendo a un lado su sentimiento de superioridad. Si tienen el camino verdadero para alcanzar la meta, ¿para qué esforzarse por los espinosos senderos de la selva? Hagan la adoración como se prescribe y sentirán descender una calma dentro de ustedes, una calma que no será perturbada por ninguna tormenta. No necesitan huir a algún valle de los Himalayas, pueden hacer de su corazón ese valle por medio de la disciplina de la adoración o sandhya.”
Sathya Sai Baba. 25 de Abril de 1965, La hipocresía básica