Programa de Educación en Valores Humanos para padres y familia (PEVH)
basado en las enseñanzas de
Sri Sathya Sai Baba
El principal objetivo del Entrenamiento global para padres en el Programa de Educación en Valores Humanos lanzado en Prashanti Nilayam en Noviembre de 1998 es elevar la conciencia de los padres en su rol de enseñar los valores humanos como parte de la práctica normal de la paternidad.
Sri Sathya Sai Baba nos ha dado a través de sus Discursos Divinos las directivas detalladas para la juventud y las instrucciones para los padres acerca de la salud, creatividad y una vida óptima basada en las leyes eternas de la espiritualidad.
Las responsabilidades de los padres hacia sus hijos no están limitadas a proveerles alimento, amparo, educación y salud sino que también incluyen cultivar su bienestar mental, así como su conciencia social y espiritual.
Los padres son los primeros responsables en darles a los niños el sentido de valorización personal y competencia*, el que surge de la adherencia a una estructura de valores bien formada. Este aspecto de la paternidad llevará a encontrar las necesidades espirituales de los niños.(*ser competente consigo mismo)
Casi todos los padres esperan que sus hijos tengan estabilidad emocional, que estén libres de ansiedades, preocupaciones y tensiones, que desarrollen sus habilidades socialmente, y que sean capaces de cultivar relaciones humanas saludables. También esperan que sus niños lleven vidas de amor, armonía, compasión y amabilidad. De esta forma esos jóvenes, no tendrán barreras internas para desarrollar una vida sana, y estarán familiarizados con la forma de sentirse plenos a partir de sus propias fuentes de felicidad, libertad, alegría y armonía.
Aún cuando estos propósitos son nobles, los padres saben que sus hijos no están creciendo en el mismo mundo en el que ellos lo han hecho. Ni la estabilidad familiar es la misma; ni la estructura social la que era hace 50 años atrás. Hay cambios masivos en nuestros hogares, en el trabajo, y en los lugares de entretenimientos.
La familia es el refugio de paz, amor y entendimiento. Es la única estructura basada en la utilización de recursos de acuerdo a las necesidades, que ha permanecido.
El verdadero desafío para los padres, no es la falta de guía, sino poner en práctica toda la sabiduría acumulada que tenemos ahora a nuestra disposición. Es con esta sabiduría que podemos equipar a nuestros hijos con una vida interior llena de las posibilidades más ricas.
Los padres pueden hacer esto siempre que aprecien las funciones de la familia como un sistema de interacciones y reconozcan sus propios roles vitales. Lo que ellos hagan, cómo se comporten, cómo se relacionen con los niños, aquello en lo que crean, cómo estén preparados para enfrentar las situaciones, todo esto, influirá en sus hijos.
Nuestra vida externa está fundada en nuestra vida interna, y ésta se sostiene y se nutre de nuestra espiritualidad. Por lo tanto, todos los procesos positivos ya sean físicos, mentales, emocionales y sociales descansan en la fundación de nuestro bienestar espiritual.
Entonces en el sentido fundamental el verdadero desafío de los padres es criar a sus niños como seres espirituales. Las amenidades físicas y educacionales en las que los padres trabajan con esfuerzo para proveerles a sus niños, y el esfuerzo que ponen los padres para crearles un entorno estable en sus hogares para que se encuentren con sus necesidades intelectuales, emocionales, y sociales, no son en sí mismas las metas. De hecho, son medios para facilitar la espiritualidad de los niños. Es esto lo que les permitirá desarrollar un centro de comando interno, una estructura ética de valores, libre de barreras internas y obstáculos, y una fuente de regocijo y armonía.
Los padres podrán introducir a sus niños en un territorio espiritual interno, solamente si ellos están familiarizados con su propia visión interna. De qué otra forma podrían ellos guiar a los niños a encontrarse con sus territorios internos si ellos mismos se encuentran inciertos y no muy familiarizados con los mismos. La responsabilidad de la paternidad, entonces, requiere que los padres exploren sus propios procesos psico-espirituales que están siempre presentes al establecerse un hogar. Al hacer esto, ellos mismos se establecerán en su propia espiritualidad, y serán más creativos en sus relaciones con los niños.
En este sentido, se les puede mostrar la manera de elaborar sus propios recursos a los cuales podrán recurrir siempre para encontrar sus propias soluciones. Al tener dichos recursos comenzarán a utilizar el hogar y la vida diaria para elaborar su fortaleza espiritual. Esto, a su tiempo fomentará la salud física y mental, y la competencia social y educacional de los niños. Esto irá incrementando la conexión de los niños con sus centros autónomos de comando con paz, amor, libertad y singularidad.
DINÁMICA FAMILIAR Y LOS VALORES HUMANOS
Analizamos las dinámicas de la familia y nos encontramos que, basados en investigaciones sociológicas, el proceso familiar se adapta muy bien a los cinco valores humanos. Las dinámicas de la familia son las que están basadas sobre el trabajo en familia como sistema. La familia genera su propia fuerza debido a los procesos que acontecen dentro de ella. Existen ciclos constructivos y destructivos siendo ellos positivos o negativos para los niños.
Primero se crea el auto-conocimiento en los padres a través de talleres que estimulen la introspección. Luego se los orientan en los puntos de la crianza a los fines de convertir a los padres en padres conscientes. Tratando que respondan a las necesidades de sus niños, en lugar de reaccionar.
Cinco procesos que corresponden a los cinco valores humanos.
En cada hogar hay procesos que los padres pueden conocer o desconocer. Los padres están usando esos procesos, pero con frecuencia no están conscientes de ello.
El primer proceso es el proceso del Amor entre la esposa y el esposo. A ello le llamamos “unión marital”. La esposa y el esposo son los arquitectos de la salud familiar. Si su unión es fuerte, entonces la familia puede resolver la mayoría de las dificultades con comprensión, paciencia, perdón y tolerancia. El amor que los mantiene juntos es amor incondicional. El aprecio del uno por el otro añade creatividad y originalidad. En cambio, si hace falta amor y este proceso positivo no se encuentra en su lugar, la dinámica del hogar se ve interrumpida por constantes e impredecibles peleas. El miedo se apodera de las mentes de los niños más pequeños, porque hay incertidumbre. Este primer proceso se refiere al Valor del Amor.
El Valor de la Rectitud es la forma cómo la familia comparte su poder. Los padres se fortalecen mutuamente a través de la Rectitud. El poder comúnmente no se comparte equitativamente por lo que el esposo tiene mucho más que la esposa, sin embargo, en algunas familias la esposa tiene, por el contrario, más que el esposo. Los padres comparten ese poder a través de tres tipos de crianza: Los padres con determinación, que no son comunes pero que es el óptimo. Los padres sin carácter, que no tienen confianza en sí mismos como tal. El tercer tipo es el autoritario o autocrático. En esta categoría los padres actúan como dictadores. Este proceso corresponde al Valor Humano de la Rectitud.
En cuanto al valor de La Paz, ésta se genera en las familias de acuerdo a las actividades compartidas entre los miembros de la familia, ej. los días de asueto, la práctica de la devoción, del Namasmarana. La paz depende igualmente en cómo la familia comparte su tiempo.
El proceso de la No-violencia, es el de la comunicación en familia. En ella, la violencia es impuesta a través de la lengua. Baba dice que los animales tienen cascos, dientes y garras, y los seres humanos cuentan con una arma mucho más aguda, que es la lengua. La lengua actúa a través del sarcasmo, de las palabras duras y amargas. A través de ese mismo instrumento, la comunicación puede ser dulce, gentil, veraz, clara y constituye la personalidad de los miembros de la familia.
EL valor de La Verdad es la relación que se desarrolla entre todos los miembros de la familia como un todo, a través de la religión y de la espiritualidad. ¿Qué significa la verdad en el niño? Su origen étnico, su idioma, su tradición, su línea familiar, sus creencias, por lo tanto, la verdad es un proceso poderoso dentro de la familia y desafortunadamente en la mayoría de los hogares, especialmente en Occidente es donde más se carece de ella. Tenemos noción de la religión pero no creemos en ella. Ciertamente no creemos en la verdadera existencia de Dios y, por consiguiente, la verdad no se manifiesta en los hogares.
OBJETIVOS PRINCIPALES DEL PEVH
- INTENCIONES PERSONALES DE LA PATERNIDAD
- Crear una mejor conciencia individual en los padres de sus procesos internos. Por ejemplo: Motivación para sus conductas y acciones, pensamientos, sentimientos, valores y creencias; y como ellos determinen sus prácticas de crianza. Esto es la base de toda relación y enlaza a los padres con su propio corazón.
- Proporcionar a los padres habilidades prácticas para hacer de la casa un campo de entrenamiento espiritual. Esto permite a los padres usar oportunidades que surgen en la familia para la transformación personal y para avanzar hacia sus metas en la vida.
- INTENCIONES DE LA PATERNIDAD PARA SUS HIJOS
El programa apoya y refuerza las prácticas que crearán una atmósfera en la casa para maximizar:
- La capacidad de los niños para llevar una vida de paz, gozo, amor, armonía y al mismo tiempo de disciplina, reverencia, devoción y esfuerzo.
- La creación del despertar en los jóvenes sus metas en la vida.
- INTENCIONES DE LA PATERNIDAD EN LA SOCIEDAD
La casa es el campo de entrenamiento para señalar las enfermedades de nuestra sociedad. El bienestar económico y la estabilidad de una sociedad, descansa en la base de una buena práctica de valores en el hogar.
En resumen, las intenciones del entrenamiento de padres en EVH son:
- SECULAR: Para crear felicidad y llenar las vidas de los miembros de una familia de tal manera que cada uno de ellos funcione óptimamente en lo físico, mental, emocional y social.
- ESPIRITUAL: Un hogar feliz provee oportunidades para encontrarnos con nuestras necesidades espirituales y avanzar nosotros mismos hacia nuestro destino humano.
OBJETIVOS GENERALES DEL PEVH
- ELEVAR EL AUTO CONOCIMIENTO Y AUTO CONCIENCIA DE LOS PADRES:
Se logra a través de la transformación de las actitudes que surge de la reflexión.
- REALZAR LA CAPACIDAD DE LOS PADRES PARA EMPRENDER ACCIONES EFECTIVAS:
El conocimiento tiene que ser puesto en práctica. Esto significa que el PEVH está involucrado con la aplicación práctica del auto conocimiento para habilitar a los padres a ser agentes efectivos de VH para la transformación de la familia. El hogar es el campo de entrenamiento de los valores humanos.
TÉCNICAS DE ENSEÑANZA DEL PROGRAMA
- Preguntas y narración secuenciales:
Su propósito es para incentivar y dar coraje a la participación y la exploración en conjunto de un tópico, para crear entendimiento, identificación y confianza.
- Discusión abierta:
Permite comentarios abiertos sobre el tema o cita, respetando lo que expresan los participantes evitando debates.
- Lluvias de ideas:
Permite compartir ideas que nos llegan a la mente en relación al tópico sin elaboración previa.
- Citas:
Permite enfocar la atención en un aspecto de la vida familiar, elevar la conciencia sobre un problema, trabajar en la acción requerida para la solución, entre otros. Las citas acerca de las enseñanzas de Sathya Sai Baba son mensajes poderosos, valiosos y de gran autoridad.
- Representación de un papel.
Los participantes responden a una situación imaginaria, pero familiar, de la vida cotidiana. La situación es simulada, lo cual permite pensar con tranquilidad, detectar emociones, sentimientos y recursos para accionar. Representar un papel es permanecer en quiénes somos y responder naturalmente a una situación.
- Reflexiones:
Permite conectarnos con lo experimentado en el taller, y nos enlaza con el plan de acción.
- Plan de acción:
Invita a poner en acto lo trabajado, y llevarlo al campo de entrenamiento: la familia.
BIBLIOGRAFÍA
Mensajes Sathya Sai Baba
Síntesis de:“Relación entre los padres y la familia. Una parte integral de educare”. Parte 1. Dr. Pal Dhall
Educación en valores humanos para padres basada en las enseñanzas de Sri Sathya Sai Baba, por Pal Dhall MD PhD, FRCS, FRACS, MOIF, DG y Tehseen Dhall PhD.
BIBLIOGRAFIA SUGERIDA
Mensajes de Sathya Sai Baba. A Continuación se pueden encontrar extractos de Mensajes de Sathya Sai Baba, abordando los diferentes temas expuestos anteriormente.
RELACION DE LOS PADRES, LOS HIJOS Y LA FAMILIA
Importancia del hogar
“Cada casa es un centro de Valores Humanos. Desde la casa los Valores Humanos se originan, florecen y nutren la cultura sagrada. La persona que preside la casa es conocida como “Jefe de Familia”. Desde tiempos remotos, los indios han asignado gran importancia a la etapa de Jefe de Familia entre las cuatro etapas, a saber: Bramacharya, Grihastha, Vanaprastha y Sanyasa (Celibato, Jefe de Familia, Ermitaño, y Renunciante.)…
… Hoy hallamos algunas instancias en las que el esposo y la esposa se separan debido a algunas diferencias de opinión, a pesar de que pueden ser personas altamente educadas y que ocupan posiciones de autoridad. La razón es que no son educadas en el verdadero sentido sino que solamente han adquirido conocimiento libresco. El mero conocimiento libresco, no es conocimiento en absoluto. … La prisa trae pérdidas y las pérdidas preocupación. Por lo tanto, no se apresuren. ¿Cuál será el destino del hogar si la esposa y el esposo toman decisiones apresuradas debido a diferencias de opinión? Los ancianos padres serán descuidados o enviados a un asilo de ancianos. Los niños serán admitidos en escuelas para internos sin que se preste el cuidado adecuado a su bienestar y progreso. Cuando el esposo y la esposa se separan, no hay nadie que cuide a los niños. En consecuencia, los niños se juntarán con malas compañías, adoptarán malos hábitos y arruinarán sus vidas. Por lo tanto, en primer lugar, han de cultivarse los Valores Humanos en cada hogar. Sólo entonces cada individuo de esa casa tendrá un progreso cabal y llevará una vida ideal. Todos deben reconocer la verdad básica de que el hogar es el centro de los Valores Humanos.
Las personas modernas, sobre todo aquellas altamente educadas y que ocupan posiciones de autoridad, no se interesan demasiado por sus respectivos hogares. Consideran a sus hogares como posadas u hoteles y van y vienen cuando les da la gana. No es correcto que los estudiantes y las personas educadas se comporten de este modo. Cada jefe de familia debe empeñarse en mantener la santidad en su casa y establecer un ideal. Hoy en nombre del modernismo, los jefes de familia están llevando una vida caótica, albergando sentimientos bajos y mezquinos. Pueden vivir en la edad moderna, pero vuestros sentimientos han de basarse en los valores antiguos y eternos. Cada jefe de familia y cada ama de casa debe realizar esfuerzos por defender los Valores Humanos. …
… El Amor es de importancia suprema entre los Valores Humanos. Se halla en nosotros desde el mismo instante de nuestro nacimiento.
Amen y respeten a vuestros padres, parientes, amigos y semejantes. Cuando no respeten a otros, ¿cómo esperan que otros los respeten? Den respeto y reciban respeto. No es un tráfico de una sola mano. Hay muy pocos que puedan impartir tales enseñanzas sagradas a los estudiantes.
Los padres deberían controlar la conducta y las actividades de sus niños. … Los padres tienen todo el derecho de castigar a sus hijos si ellos adoptan un comportamiento impropio.
Los niños deben mostrar gratitud, pero no basan su fe en las declaraciones védicas. Tengan gratitud hacia sus padres ya que les deben el alimento, la sangre, la cabeza y el dinero. Debido al impacto de la era de Kali, tal sentido de gratitud está ausente entre los estudiantes. Los Vedas declaran: Veneren a la madre, al padre, al maestro y al huésped. Estas enseñanzas son muy sagradas. Hoy las personas están dispuestas a creer en todo lo que ven en televisión e Internet pero no basan su fe en las declaraciones védicas. Internet es como un cesto de papeles. …
… La comprensión y la adaptación mutua son muy esenciales para el funcionamiento armonioso de cualquier familia. Por ejemplo, cuando hay una comprensión adecuada entre la esposa y el esposo, a la esposa ni siquiera le importará que el esposo llegue muy tarde de la oficina. De hecho, ella lo estará esperando ansiosamente, pensando que quizás él haya estado ocupado en la oficina o lo haya detenido un embotellamiento de tránsito. Pero si no hay una comprensión adecuada entre ambos, incluso si hay una demora de sólo cinco minutos, habrá una pelea entre ellos. La adaptación se volverá fácil cuando haya una comprensión adecuada. Ya sea entre estudiantes, maestros o miembros de una familia, la comprensión es muy esencial. …
…La repetición como loros de las palabras “Valores Humanos” no dará por resultado la comprensión.
…La Verdad es Dios. El Amor es Dios. Vivan en Amor.”
Sathya Sai Baba – Mensaje del 29-09-2000. Conferencia Internacional de Educación en VH Prashanti Nilayam
“El niño debe ser bien cuidado desde el mismo comienzo. Así como los frenos controlan la velocidad de los vehículos en la carretera para proporcionar seguridad, del mismo modo se han de imponer restricciones a la libertad de los niños para su seguridad. Se le ha de dar libertad en áreas relacionadas con la conducta recta y se lo debe castigar cuando se equivoca. Cuando los padres le dan libertad a sus hijos, deben observar cuidadosamente cómo se comportan los niños. Entonces el niño transitará la senda correcta.
La primera responsable de que el niño siga la senda correcta es la madre. Generalmente si la hija en una familia se arruina, la madre es la responsable; y si el hijo toma por mal camino, el padre es el responsable”.
Sathya Sai Baba – Mensaje del 21 de noviembre de 2001 – Función de Despedida de la 1ª Conferencia Mundial de Escuelas Sai
La verdadera naturaleza del niño.
“La inmortalidad se logra por el desapego, antes que por la actividad agitada, por la opulencia o la progenie. Renuncien, no tomen con los puños apretados. Liberen, no aten o se aten. Deben dar énfasis a través del ejemplo y la práctica personal, a que no hay alegría como la de compartir, dar y renunciar.
Pueden entender mejor esto si prestan atención al comportamiento de los niños. Ellos son como almas realizadas, sin apego.
Hay tres motivos que regulan la vida del hombre: el deseo de hacer contacto con el mundo objetivo; el anhelo de poseer el objeto; la alegría suprema que se tiene al comprender el secreto de la Naturaleza. Examinen el contenido del bolsillo de un niño. Encontrarán unas piedritas, un pedazo de vidrio, una ramita o una flor. El niño obtiene por éstos más alegría de la que un adulto obtiene de unos billetes. Al niño no le interesa poseer o rechazar a otros. No acumula para los días venideros o por el mero placer de hacerse famoso. El niño puede tener el cuerpo cubierto de tierra, pero su mente está libre de suciedad. Los mayores son escrupulosos en cuento a la limpieza física, pero sus mentes son centros infectados de deseo, odio, envidia y sensiblería barata.
Las mentes de los niños pequeños son altamente susceptibles y sensibles. Todas las impresiones causan un profundo impacto en sus corazones tiernos e influyen en todo su modelo de comportamiento y en su carácter. … A los niños de hoy en día, desgraciadamente, no se les enseñan historias como la de Sravana Kumar, ni tampoco se les hace ver piezas teatrales ennoblecedoras, como la de Sathya Harischandra. Las historias que leen o las películas que ven sólo contribuyen a contaminar sus mentes jóvenes.
La responsabilidad de los padres.
Las mentes de los niños son inocentes y puras. Cada niño es una pieza de mármol blanco para que el maestro y los padres moldeen en él una imagen de Dios, un brote para ayudarle a crecer en toda su Gloria Divina, para que se transforme en una ofrenda digna de Dios.
El noventa por ciento de la culpa por echar a perder el comportamiento y carácter de los niños recae en los padres. Ellos demuestran un afecto demasiado insensato y les dan una libertad demasiado indiscriminada.
Para inculcar en la mente de los jóvenes los valores de la oración y de la humildad, y del servicio amoroso a los demás, los hogares donde crecen deben ser las primeras escuelas. Hay que imbuir a los padres de una fe en las verdades básicas de esta Religión Universal. Debe vérselos orando en el altar familiar, meditando en silencio, perdonando los traspiés de los otros, conmiserándose del dolor y el pesar; Los niños no deben verlos preocupados, débiles, descontentos y angustiados, como si no tuvieran un Dios en quien apoyarse, ni reservas internas de fortaleza y valor a las cuales recurrir.
Hay que hacer que los niños se acostumbren a levantarse temprano en la mañana, cuando canta el gallo. En ese momento deben decir sus oraciones, terminar de ducharse o bañarse, tomar el desayuno, hacer sus deberes y asistir a la escuela. Deben ser buenos en los estudios. Hay que entrenar al niño para que desarrolle dichos hábitos saludables y sanos. Pero, desgraciadamente, la situación actual es que ni los mismos padres se levantan antes de las nueve. Se acuestan tarde por asistir al cine a ver películas obscenas o por perder el tiempo en los clubes. Algunos padres se enorgullecen por esto, porque dicha vida es un concepto de civilización.
Los niños deben criarse con un sentido de amistad y comprensión fraterna. Los hijos de padres ricos normalmente tienen una tendencia hacia hábitos pródigos o de disipación, que destacan el ego y la vanidad.. Sus padres los consienten dándoles más dinero del que realmente necesitan. Los hijos de gente pobre sentirán un complejo de inferioridad, y abrigarán sentimientos de celos contra sus compañeros adinerados.
Los maestros no son los únicos formadores del futuro de un país. No debe culpárselos exclusivamente a ellos por el tipo de estudiantes que hoy nos preocupan. Se ha dicho que la paz y la prosperidad de un país descansan en los maestros y en la policía: Debo añadir una tercera parte crucial:
Los padres. Ellos deben cargar con la mayor parte de la culpa por arruinar el carácter de los niños, al ser demasiado indulgentes con ellos y darles demasiada libertad. No les dan el ejemplo de honestidad, control de los sentidos y disciplina. Ustedes deben haber visto jardines donde se plantan calabazas serpenteantes. Cuando la calabaza comienza a crecer, el jardinero cuelga una piedrita en el extremo, para que el peso la haga crecer derecha. Cuando está más grande se utiliza una piedra más pesada. Así también de acuerdo con la edad, la disciplina utilizada debe ser cada vez más severa, a fin de que el niño pueda crecer derecho firme y fuerte.
Algunas personas hablan de una teoría educativa apoyando la plena libertad del niño, permitiéndole crecer tal como a él le plazca. Se les aconseja a los padres que no refrenen o controlen. Esta es una manera segura de hacer al niño bullicioso, una carga para sí mismo y un estorbo para la sociedad. El padre lo envía a la escuela, pero no verifica si ha asistido a clase o si se ha escabullido en un cine o teatro. El niño no regresa al hogar directamente desde la escuela. El padre no pregunta por qué, ni insiste en que llegue a tiempo. Por esta tendencia de amar en exceso, la carrera del niño se arruina. Lo lamentable es que estos niños malcriados por este afecto mal dispensado, provienen de hogares de funcionarios, aquellos que esgrimen el poder y la autoridad, y de la elite intelectual. El maestro puede dar el conocimiento; sin embargo, la disciplina, el control riguroso de los sentidos y el comportamiento, deben ser administrados por los padres. Entonces los niños se hacen almas sagradas y santas, e individuos consagrados. Aun cuando sus mentes son tiernas y sus corazones puros, debe prepararse a los niños para que purifiquen y endulcen sus pensamientos, palabras y actos.
Los padres permiten, a través del afecto mal dispensado, que los niños se descarríen en el hogar. En tiempos pasados, los hijos tenían tal consideración y amor por los padres, que eran reacios a separarse de ellos. Hoy ocurre lo contrario. La razón es el fracaso de los padres en implantar la disciplina en los niños, junto con el amor abundante. Los maestros deben establecer contactos con los padres, para que éstos también pongan en práctica los Valores Humanos y reformen a sus hijos.
Los padres conducen a los hijos a la ruina cuando les dan todo el dinero que éstos exigen, cuando les dan la ropa que éstos antojan, le regalan autos o motos y les permiten abandonarse a todo deseo. Ustedes enseñan a los hijos a decir siempre la verdad, pero en la casa suena el teléfono y el niño atiende; el que llama quiere hablar con el padre, pero si éste no quiere atender a esa persona, le dice al hijo que diga que no está en casa. Enseñan al niño a decir siempre la verdad, ¡ pero los actos del padre le enseñan a decir mentiras!.
Extraído de “Educación Sai en Valores Humanos”
Recopilación de Loraine(Angela) Burrows Edición “Errepar”1992-Págs.109-111 a 118.
El ejemplo de los padres
“Entre los estudiantes modernos no hay traza de pensamiento espiritual. Si los padres y maestros mismos no se han dado cuenta de la importancia de la espiritualidad, ¿cómo podemos responsabilizar a los estudiantes? Primero los padres deben enseñar a sus hijos a orar a Dios todos los día, pero los mismos padres modernos no lo hacen, Tan pronto como regresan de la oficina, asisten a los clubes y pasan su tiempo bebiendo y jugando a las cartas; naturalmente, los niños siguen sus pasos.
En algunas casas los padres pelean enfrente de sus hijos, lo que constituye una práctica insana. Si existe alguna diferencia de opinión entre los padres, deben resolverla en ausencia de sus hijos. Los niños no se pueden concentrar en sus estudios si están perturbados por los problemas familiares. En consecuencia, los padres nunca deben discutir enfrente de sus hijos; en lugar de ello deben enseñarles buenas cosas y mostrarles las buenas maneras de vivir. Existen algunos padres que ponen un mal ejemplo, al no decir la verdad. De esa manera les están enseñando a mentir.
Algunos niños son como oro puro cuando están aquí, pero cuando van a sus casas en vacaciones sus mentes se contaminan. Algunos estudiantes no cambian. Otros regresan mucho antes de terminar sus vacaciones para pasar su tiempo con Swami. Sus “samskaras”( tendencias internas) adquiridos como resultado de acciones meritorias en numerosas vidas pasadas moldean su comportamiento.”
Sathya Sai Baba – Mensaje del 29-09-1998 Eterno Conductor-Volumen XVI-Nº 6
“La influencia que ejercen los padres sobre las mentes de los niños es muy significativa. De hecho, es la influencia primaria y predominante en la personalidad del niño y su patrón de conducta. Ahora los niños están creciendo en una atmósfera contaminada por la corrupción, la ansiedad y la pompa hueca, porque las personas están enamoradas de la cultura materialista y superficial, importada principalmente de Occidente. A la edad de 3 a 5 años, un niño se ve afectado considerablemente por el medio que lo rodea. Si el padre es un borracho, un jugador y un timador, no hay cantidad de libros sobre ética que pueda curar al hijo. …
Para infundir en las mentes de los jóvenes los valores de la oración, la humildad y el servicio amoroso a otros, los hogares en los que crecen deben ser las primeras escuelas. Debe verse a los padres rindiendo culto ante el altar familiar, meditando en silencio, perdonando los deslices de otros, compadeciéndose con el dolor y el pesar; los niños no deben verlos preocupados, indefensos, descontentos y angustiados, como si no tuvieran un Dios en quien apoyarse, o reservas internas de fuerza y coraje a las que recurrir. Los hogares en los que crecen los niños, como en verdad todos los hogares, deben estar limpios y con vibraciones libres de odio, envidia, rencor e hipocresía. El alimento que ingieren los niños debe ser puro. …
Las madres, mientras permiten a sus hijos la máxima libertad deben, no obstante, refrenar las tendencias dañinas. Deben promover la conducta respetuosa hacia los mayores de la familia. Deben ser cuidadosas con su propia conducta en presencia de los niños, porque los jóvenes aprenden mucho de la emulación. Un espíritu de comprensión y compasión debe saturar el hogar.
El regazo de la madre es la escuela para cada hombre. Sólo las madres dedicadas pueden ofrecer a la nación niños que se esforzarán por crear un gran futuro para el país. Una buena madre es un valor nacional. La madre es el factor decisivo en la vida. La madre moldea el futuro de un niño.
De los dos a los cinco años el niño admira a su madre, por lo tanto la conducta de ésta debe ser muy correcta.
En los tiempos pasados, los niños alimentados con la leche de sus madres crecían siendo buenas personas. Hoy en día no se alimenta a los niños con leche de madre sino con “leche de lata”, lo que da por resultado que los niños tengan una mentalidad “de lata”. La madre es quien sostiene al niño con sus manos y la madre es quien alimenta al niño y le enseña a comer. También es la madre quien enseña al niño a pronunciar sonidos que tengan sentido y a hablar. Por lo tanto la madre es la primera maestra. …
… No dejen que cocineros, sirvientes, niñeras y otros realicen el trabajo en el hogar; las mujeres no deben depender de éstos para el cuidado de sus hijos o la atención de sus esposos. Ganar tiempo libre para la meditación, mediante el servicio doméstico, no es un logro espiritual. Hagan todo el trabajo de la casa como actos de adoración a Él; eso es más fructífero que horas de meditación, horas que se habrán ganado por encargar este valioso trabajo a ayudantes a sueldo.
Así como sea la madre, será el progreso de la nación; así como sea la madre será la dulzura de la cultura. Las madres son las hacedoras de la fortuna o la desgracia de una nación; porque ellas dan forma a las fibras de sus almas. …
Los primeros años de vida son los más cruciales, por lo tanto, la madre y el padre deben compartir la responsabilidad de la crianza correcta. Los padres deben hacer que los cimientos sean fuertes y rectos. El niño deberá crecer con la madre durante los primeros cinco años de vida. Cuando un niño cumple cinco años, el padre debe asumir la tarea de su crianza. El padre debe alentar al hijo mediante el ejemplo más que precepto.
Disciplina del niño.
Hoy en día, las madres son las responsables de la conducta buena o mala de sus hijos. Es vergonzoso que una madre diga: “Mi hijo no hace caso a mis palabras”. Si la madre hubiera criado al niño correctamente desde el comienzo, él no se comportaría así. Las madres experimentan la desobediencia de sus hijos debido a que no les inculcaron la disciplina en los primeros años.
Las mentes de los niños son inocentes, tiernas y puras. Sus mentes son propensas a crecer torcidas bajo la influencia de películas sensuales, la atmósfera hueca e hipócrita creada por los mayores, la tentación del brillo y la fama. Por eso los padres y las escuelas tienen que atar la piedra de la disciplina, como se hace con la planta del calabacín para que los niños crezcan derechos.
Del mismo modo, de acuerdo a la edad, la disciplina impuesta debe volverse más y más firme para que el niño pueda crecer recto, juicioso y fuerte. …
Las reglas disciplinarias deben considerarse cuidadosamente y adaptarse a la edad del grupo que desean corregir. La disciplina es el rasgo distintivo de la vida inteligente. Los padres no deberían permitir que los niños se alejen de su control y vaguen sin rumbo. …
Cuando tengan que reprender a un niño por alguna falta o fechoría, no se abalancen sobre él repentinamente o lo aterroricen con gritos. En lugar de eso díganle: “Si otro niño te hiciera lo mismo, o se llevara algo que te pertenece, o te pegara, ¿no te sentirías herido? Si no te gusta que alguien te lastime, tú también debes evitar causarle daño a otros”. Los niños comprenderán rápidamente y se arrepentirán. Resolverán no repetir un acto o palabra semejante otra vez. Ellos ceden ante el consejo afectuoso. …
Los niños deben crecer con sentido de amistad y comprensión fraternal entre sí. Los hijos de padres ricos normalmente tienen una tendencia a la prodigalidad y el despilfarro, desplegando ego y vanidad. Sus padres los consienten dándoles más dinero del que realmente necesitan. Los hijos de personas pobres, sentirán un complejo de inferioridad y quizás abriguen sentimientos de celos contra sus compañeros de clase ricos.
Los padres deben tener en cuenta que los años de la juventud son los años más preciosos en la vida, y no deben ser malgastados o desperdiciados. Dejar que los niños vean televisión de 6 de la tarde a 10 de la noche es hacerlos olvidar todo lo aprendido en la escuela o el colegio.
Insisto en la alimentación y el juego regulados. Regulen los hábitos de alimentación de los niños; el alimento determina en gran medida la salud y la inteligencia, las emociones y los impulsos. Establezcan límites para la cantidad y la calidad del alimento, así como también para el número de veces que se consume y el horario adecuado. Los niños no deben disfrutar causando daño, ni se debe permitir que sufran dolor físico y angustia mental. Enseñen a los niños a no recibir algo a cambio de nada. Dejen que se ganen lo que desean mediante el trabajo duro.
Control y disciplina.
Los padres deben dar a sus hijos “tanto amor como ley”. Los padres hoy en día tienden a prodigar demasiado afecto a los niños. Pero este afecto solo no es suficiente. También debe haber control sobre los niños. Debe haber tanto “amor” como “ley”. Sólo cuando estén presentes tanto el amor como los límites, el amor resultará beneficioso. Amor y ley: una vez más van juntos. Hoy en día, el hombre considera al Amor cono uno de los principios guías, pero olvida el hecho de que la Ley le permite a uno conectarse con el Amor y usarlo de la mejor manera. Aunque el Amor es inherentemente suave y compasivo, en ciertas situaciones límites asume una forma severa. Esto de debe a que uno a veces por Amor tiene que usar el castigo. Las palabras severas y el castigo están asociados con el amor. Cuando llueve cae un chaparrón de gotas de agua. Pero a veces la lluvia viene acompañada de granizo. El granizo es duro, pero es solo agua en una forma condensada. Del mismo modo, la suavidad o el castigo son diferentes expresiones del Amor.
No está mal amar a los niños, pero los padres deberían aprender cómo amarlos. Cuando los niños se descarrían, a sabiendas o inadvertidamente, los padres deben apresurarse a corregir sus faltas y traerlos de vuelta a la senda correcta. Condenen lo incorrecto y elogien lo correcto en cuanto vean cualquiera de los dos en sus hijos; eso los colocará en la senda recta. …
… El conocimiento puede ser transmitido por el maestro; sin embargo, la disciplina, el control riguroso de los sentidos y la conducta deben ser administrados por los padres. Entonces los niños se volverán almas sagradas, individuos santos, sin pecado. …
… Los padres dan malos ejemplos pronunciando falsedades, difamando a otros, jugando por dinero, bebiendo, comportándose violentamente, causando daño, convirtiéndose en adictos a clubes nocturnos, viendo todo tipo de películas y yendo a fiestas donde se bebe en demasía, o riñendo en el hogar después de haber llegado pasada la medianoche. Los padres deben corregirse a sí mismos antes de tratar de corregir a sus hijos. Por lo tanto, los padres deben mejorar ellos mismos por el bien de sus hijos. El ejemplo es más provechoso que el precepto.”
Extraído del libro “Sathya Sai para Padres” Recopilación de Teerakiat Jareonsettasin.Tailandia 1998