“El Cosmos es controlado por la Divinidad;
La Divinidad es gobernada por la Verdad;
La Verdad es gobernada por los seres nobles;
Los nobles son la Divinidad misma.”
Sathya Sai Baba – Discurso Divino del 25 de diciembre de 1994
“Se dice que cuando Jesús nació en un pesebre, tres reyes fueron conducidos por una estrella al lugar de nacimiento de Jesús. De hecho, ellos no eran reyes sino tres pastores. Uno de ellos, al ver al niño Jesús observó: “Este niño amará a Dios”. El segundo pastor dijo: “No, Dios lo amará”. El tercero dijo: “Verdaderamente, él es Dios mismo”.
La unidad con Dios
El verdadero significado de estas tres declaraciones es: “Amar a Dios es ser Su Mensajero”. Ser amado por Dios es ser un hijo de Dios. El estado final es ser uno con Dios. Como dijo Jesús: “Yo y mi Padre somos uno”. Así, todas las personas son mensajeras de Dios. Esto significa que deben divinizarse. ¿Cuándo pueden los hombres llamarse “Hijos de Dios”? Reconozcan las acciones puras realizadas por Dios, desinteresadamente para el bien de todos. No hay ni un ápice de interés personal en Él. Todo lo que Él hace, dice o piensa es para el bien de los demás. Por otro lado, todo lo que los hombres hacen, dicen o piensan nace del egoísmo. Los hombres se han vuelto títeres en manos del egoísmo. Los hombres podrán describirse a sí mismos como “Hijos de Dios” sólo cuando estén libres de egoísmo y se vuelvan divinos. Para llamarse “Hijos de Dios”, tienen que manifestar las cualidades del Padre.
En la historia de Prahladha, consideren el surgimiento del Señor desde una columna. El significado de la destrucción de la columna es un preludio de la manifestación del Señor. La ilusión relacionada con el cuerpo tiene que ser destruida para que la Divinidad se manifieste.”
Sathya Sai Baba Discurso Divino del 25 de diciembre de 1994
“Hoy se ignora el conocimiento trascendental que puede obtenerse por la indagación minuciosa y la fe firme que ayuda a elevar al hombre del nivel animal. No se hace ningún esfuerzo por adquirir este conocimiento. Confundiendo lo verdadero con lo falso, los hombres están inmersos en la acumulación de objetos efímeros, a los que consideran permanentes. Deben salir de este estrecho surco.
Deben superar sus tendencias egoístas y aprender a considerar a toda la humanidad una sola familia. Eso es verdadero servicio.
Pocos tienen este enfoque amplio hoy en día.
No corran detrás de la fama
El primer requisito, por lo tanto, es librar al corazón de todos los malos pensamientos, el egoísmo, el orgullo y otras cualidades indeseables para que el espíritu del amor pueda encontrar su justo lugar en él. Solo un corazón lleno de amor es puro y santo. Por esto deben emprender las actividades de servicio con un espíritu amoroso. No se preocupen por la fama. No es un producto comercial o un artículo que se puede obtener de otro. Fluye espontáneamente como un río, que primero es pequeño, pero luego va adquiriendo volumen poco a poco. No busquen tener renombre o distinción.
Concentren la mente en el logro de sus objetivos. Llenen el corazón de amor y dedíquense al servicio.”
Sathya Sai Baba – Discurso Divino del 19 de Noviembre 1987.-